El municipio costero de Foz está ubicado en la desembocadura del río Masma al Cantábrico, en la provincia de Lugo. Con menos de 10.000 habitantes, este lugar solía estar poblado por marineros, pero el encanto y el atractivo turístico hizo que la población y el comercio crecieran hasta llegar a ser lo que conocemos hoy día. Se han hallado pruebas de que este lugar data de la época prerromana, similar a muchos de los pueblos del norte de España, y cuando en el siglo IX se proclamó sede episcopal, tuvo un gran crecimiento poblacional. El otro gran desarrollo fue en el siglo XVI, ya que aquí se encontraba un astillero muy importante en toda Galicia.
Al estar Foz tan arraigado históricamente con la religión, tiene una variedad de monumentos eclesiásticos que visitar. Como la basílica de San Martín de Mondoñedo, situada a dos minutos en coche del municipio. Esta es la catedral más antigua de toda España que se conserva, y se construyó en el siglo IX. Al ser un municipio costero, no podemos dejar de dar un paseo por la playa de A Rapadoira, donde se forman piscinas naturales con los cambios de marea. Y en el centro del pueblo podemos encontrar ese toque prerrománico en los edificios de la plaza, perfecta para tomar unas tapas.
Es inevitable al visitar cualquier rincón Galicia no probar el plato estrella: el pulpo a la gallega. Y uno de los mejores lugares para hacerlo en Foz es en el restaurante Bodegón O Carro, con marisco y pescado de bahía y unas impresionantes vistas al mar. Para pasar la noche, el hotel spa Casa Connors ofrece todas las comodidades en un pequeño y acogedor complejo, donde podremos hacer el circuito spa y disfrutar del relax que este municipio ofrece.
Esther JG